viernes, 10 de mayo de 2013

Los secretos.

Aquel día el cielo lloraba, estaba triste,¿ por qué? Seguramente fuera un secreto. Me senté en una turgente roca al borde de una cascada. Sentí saudade, observando como el agua arrastraba todo a su voluntad. Tantos secretos fueron llevados hasta el mar, donde finalmente se hundirían y nadie los podría escuchar. ¿A dónde van los secretos cuando mueren? Es triste pensar en aquellos que nunca son contados, esos misterios que se tragan las cenizas... estos misterios que solo un corazón egoísta posee.
Seguí observando cómo caían por la pendiente.¿Qué hay de esos momentos dónde la vida deja escapar los secretos? ¿Y los pocos que sabemos escuchar la vida?
Los secretos no son perfectos, pues siempre van teñidos de lágrimas y tristezas. El ser humano tiene ese problema, no comparte. Hazte dueño de mis secretos; cuan fácil suena , mas qué difícil es decirlo.
Pensé en todos aquellos que no conté, todos los que me confiaron y alguno que se me escapó de entre las manos. Yo moriré, pero compadezco a los secretos, pues vagan infinitamente por el mundo, destinados a morir o a la eternidad.
A la orilla del río, veo como fluyen por la superficie, pues todos confesamos a la luz de la luna.
Le cedo mis secretos a la vida, pues ella es silencio, viento y nívea miseria.

1 comentario:

  1. El maldito procesador de textos no me permite quitar las negritas, lo siento por el estropicio visual -.-'

    ResponderEliminar