domingo, 29 de octubre de 2017

Cansado

No me toques los huevos o te abro la herida,
cansado del cansancio siempre en la mirilla.
Una muerte decente me convencería
si viniese de frente con la apuesta encima.

Llamándole a las tantas tiene un tonto encima,
de mí solo se acuerda en comisaría.
Por las mañanas llora y en noches tan frías
necesita un cabrón que la mantenga viva.

Qué le puedo dar si no me queda nada:
cuatro libretas llenas, la noche empalmada,
chupitos de tequila y cuentos de hadas,
libros que cogen polvo y miradas cansadas.

Todo me da vueltas quizá estoy cansado,
que a mí no me han vencido yo me he derrotado,
no vendí mi alma más la he regalado,
las putas arpías pagan al contado.

Por qué estaba llorando y yo no la entendía,
me sentía orgulloso por más que la hería,
solo me importaba la cerveza fría.
Sigo pagando deudas, quién me lo diría.

Ha pasado el tiempo, en qué me he convertido,
dónde quedó aquel niño, el chico extrovertido
enamorado de una niña que le había entendido,
apuntando a lo más alto, marcando el camino.